En esta
vida nunca se sabe cómo se estará dentro de un minuto o si la vida será mejor
ahora que dos horas más tarde. Tampoco somos consientes de nuestras acciones diarias,
de esos movimientos, emociones, estrategias...., entre otras cosas realizadas automáticamente
que nos trasladan a la creación de una acción.
En esta semana
he podido observar y he intentado ser más cociente de cada uno de esos segundos
vividos. He prestado atención al movimiento de mis hábitos, la colocación de mi
postura, la trayectoria de mis músculos hacia una acción concreta, la emoción que
emana mi cuerpo al hacerlo y la actitud que tomo al observar todo el conjunto
de sensaciones que me hacen ser en ese instante de mi expectación.
A través de ello
he podido ver mis puntos débiles, mis apoyos o compensaciones musculares utilizadas hasta ahora para llevar
a cabo un movimiento que determina una acción. Ahora soy más cociente de aquellos músculos
eclipsados por acción automática (como por ejemplo peinarse) que el ser humano hacer inconscientemente, así como también, he podido reflexionar sobre ello en el instante preciso y potenciar mis músculos que en esos instantes
estaban camuflados.
Todo ello con el
objetivo de la evolución desde la toma de conciencia de uno mismo y lo que es,
para saber a través del experto cómo
mover cada uno de mis músculos y potenciar así uno a uno.
Como toda teoría y práctica en la vida, sea
cual sea el hábito de enseñanza, al principio cuesta, pero con esfuerzo,
ilusión, ganas y esmero todo llega y se puede ver, hacer y conseguir.
Muchas de esas
secuelas del aprendizaje las he podido ver a través de lo que llamamos agujetas.
Agujetas que recorren cada parte de mi músculos sin dejar cabo suelto, así como
en la correcciones posturales y de movimientos, aunque leves pero existentes, de
manos, brazos, cintura, espalda..., que mi cuerpo pide a través de una mejor visualización
de aquello que se debe hacer para realizar un simple movimiento para unos y muy
complejos para otros, como puede ser coger un objeto y depositarlo en una zona
más alta o el mantenerse erguida y sentada en el filo de una cama.
Por ello, puedo
decir, que en esta semana he aprendido a observar más mis movimientos, mis
posturas, mis hábitos..., a potenciar más cada uno ello con la
conciencia de cada uno de los músculos en funcionamiento. He aprendido que poco
a poco, granito a granito se puede llegar a estabilizar un movimiento, leve,
pero que antes no se percibía y ahora esta ahí.
Por último
he decir que....
Buen puente.