Han pasado tantas cosas a lo largo de mi vida hasta ahora, que mi cabeza se abruma cuando recuerda historias pasadas. Han sido tantas veces las que he acechado al cielo alzando mi alma silenciada con un gran grito desesperado que más de una vez mi ser se adormeció en la nana de un llanto.
Han sido muchas y no tan pocas las vivencias que se han quedado marcadas como bellos momentos que han mitigado el vibrar de mi alma.
Han sido muchos los muros que mis manos han quebrado para conseguir ser yo, que mi cuerpo se estremece al revivirlo.
Han sido más de una vez los que mis ojos han entonado cánticos de lloro por algo que se alejó, que no aprendí a perder y que extrañé.
He sido luz, noche y niebla. He sido viento, agua y fuego. He sido gusano, mariposa, rosa y espina. He sido todo. He sido nada.
Han sido más de una vez los que mis ojos han entonado cánticos de lloro por algo que se alejó, que no aprendí a perder y que extrañé.
He sido luz, noche y niebla. He sido viento, agua y fuego. He sido gusano, mariposa, rosa y espina. He sido todo. He sido nada.
Hoy soy lo que ayer no era y mañana seré lo que hoy no fui.
Hoy no pido mucho, pues creo ya haber pedido todo. Un corazón sincero, un amor verdadero, un saludo que diga te quiero, un camino donde mi alma sea abrazada, un soplo en el viento que me llene de paz, una sonrisa llena de ilusión, un sinfín de emociones que me llenen de alegría y una vida plena donde respire amor y libertad.
Hoy sé disfrutar de los pequeños detalles que la vida me da mientras que un dulce sueño me muestra la nobleza de un beso y la escucha de mis latidos tras la espera de lo que creo ya a ver pedido.
Por ello, ayer, hoy y mañana seré las agujas de una brújula que marca los pasos de un viaje aún sin destino final.
Por ello, ayer, hoy y mañana seré las agujas de una brújula que marca los pasos de un viaje aún sin destino final.